Alimento Diario - 11 de Marzo, 2012
Un desafío usual
“Y decían: —A ver, Cristo, ¡adivina quién te pegó!”Mateo 26:68
Es usual que los pecadores se burlen y desafíen a Dios.
Una vez, un ateo escribió a un periódico: “Trillé en domingo, sembré en domingo, coseché en domingo, y vendí mis cosechas en domingo. Pero nunca fui a la iglesia en domingo. Este año coseché más por hectárea que ningún otro granjero, incluyendo los cristianos.”
El editor imprimió la carta del hombre, y agregó su comentario: “Dios no siempre cierra sus cuentas al final de la cosecha”.
El mundo todavía no ha entendido que Dios no es un simple hacedor de milagros. Jesús podría haber nombrado uno por uno a quienes le pegaron. Sin lugar a dudas, Dios podría haber arruinado la cosecha del granjero incrédulo, y al hacerlo podría haber logrado que se convirtieran una o dos personas.
Pero si el mundo no cree y no acepta el amor del sacrificio de Jesús en la cruz, y rechaza el milagro de la tumba abierta, tampoco va a aceptar señales menores. Es mucho mejor para nosotros tener la fe de un niño pequeño y recibir la salvación que da un Salvador inusual. Cuando lo hacemos, la profecía de Jesús se hace nuestra: “Y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás” (Juan 11:26a).
ORACIÓN: Querido Señor, las manos y los pies lacerados y la tumba vacía, son las señales que necesito. Gracias. Amén.
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