Alimento Diario - 12 de Octubre

Consecuencias

Quien quiera servirme, debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará. Juan 12:26

Realmente agradezco cuando uno de los lectores de devocionales comparte una historia personal conmigo. Este devocional está basado en la historia enviada por una mamá.  

Según nos contó esa mamá, todo empezó cuando su hija Samantha, de cinco años, estaba teniendo uno de esos días malos que todo niño tiene de vez en cuando.

Palabras dulces y gentiles no habían logrado la deseada corrección en su actitud y acciones, por lo que la mamá le dijo: “Si no aprendes a obedecerme ahora, vas a tener que vivir con las  consecuencias”.

Si bien la mamá esperaba una reacción, la que obtuvo superó toda expectativa. Los ojos de su pequeñita se humedecieron, su rostro palideció, y haciendo puchero dijo: “¡Mami, por favor no me hagas ir a vivir con las ‘consecuencias’. Yo quiero quedarme aquí contigo!”

La pequeña aprendió la lección que todos deberíamos aprender: si queremos ser parte del pueblo de Jesús, tenemos que seguirlo a él. No podemos ignorarlo, hacer lo que se nos ocurre, y seguir adelante como si nada, diciendo que somos cristianos.

Por supuesto eso es algo que usted ya sabía, ¿verdad? Como un alma cuyos pecados han sido lavados con la sangre que el Salvador derramó en la cruz, usted sabe que no podemos servir a dos amos. O nos entregamos a Cristo o…

Esa oración sólo termina de una forma. En reconocimiento y gratitud debemos entregarnos a Jesús, quien se ofrendó a sí mismo para la redención de nuestras almas.

Eso es lo correcto, y es mucho mejor que vivir con las consecuencias.

ORACIÓN: Señor Jesús, perdóname por no servirte siempre sólo a ti. Al haber visto tu amor en todo lo que hiciste durante tu vida entre nosotros, permite que mi vida sea una respuesta de agradecimiento. Esto lo pido en tu nombre. Amén.

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