Alimento Diario - 21 de Setiembre

Atajos

Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa e hizo que se pusiera de pie sobre la parte más alta del templo, y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo. Porque escrito está: "Ordenará que sus ángeles te sostengan en sus manos, para que no tropieces con piedra alguna”. Mateo 4:5-6

Atajos, eso fue lo que el demonio le estaba ofreciendo a Jesús. Un atajo.

“Tírate desde lo alto del templo”, le dijo Satanás, “tírate, y los ángeles te sostendrán en sus manos, la gente te creerá, y no tendrás que pasar por todo ese sufrimiento y muerte terribles”.

Pero Jesús resistió esa tentación, así como resistió todas las demás tentaciones. Él nunca olvidó que su misión era dar su vida en pago por nuestro rescate.

“Tírate”. Al demonio le gusta ofrecernos atajos. Y a veces a nosotros nos gusta aceptarlos… lo cual siempre es un error.

Eso es probablemente lo que Tom está pensando en estos momentos. Si bien nadie está seguro de lo que ocurrió, unos testigos oculares dicen que Tom se tiró desde el piso 39 de un rascacielos en Nueva York, y que aterrizó en el asiento trasero de un automóvil. Increíblemente, sólo se rompió las piernas. Aún cuando está internado en estado crítico, está vivo.

No puedo decir que Tom haya tratado de tomar un atajo para salir de algún problema… pero sé que hay muchas personas que lo hacen. Satanás susurra al estudiante: “Adelante, copia, nadie se va a dar cuenta…”; al empresario: “Agrega un poco más a tu cuenta de gastos, total la empresa tiene suficiente dinero…”; al cónyuge infeliz: “Es claro que tienes derecho a ser feliz… después de todo, ¿quién no se tira una cana al aire?”.

Los atajos suenan tan bien en el momento… pero tan mal en la eternidad.

Mucho mejor, más sabio, más inteligente, y más correcto, es acercarse al Salvador que  entregó su vida para que nosotros podamos vivir a pleno no sólo ahora, sino por la eternidad.

Aun cuando no siempre es más rápido y más fácil hacer lo correcto, eso es lo que Dios espera de nosotros.

ORACIÓN: Señor Jesús, te damos las gracias porque nunca trataste de tomar atajos para obtener nuestra salvación. Ayúdanos a estar siempre cerca de ti para poder resistir a las tentaciones del diablo. En tu nombre. Amén.

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