Alimento Diario - 7 de Marzo, 2012
Un abandono ususal
“Pero todo esto ha sucedido para que se cumpla lo que escribieron los profetas. Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.” Mateo 26:56
A pesar de haber sido advertidos, la huida de los discípulos muestra cuánto más usual es huir que mantenerse firme en lo que uno cree.
Esta costumbre se aplica por igual a ricos y a pobres, jóvenes y viejos. Antes de atacar a Rusia, parecía que Napoleón tenía el mundo al alcance de sus manos. Pero cuando la invasión a Rusia falló, Napoleón, temiendo ser destituido en su propio país, abandonó a su sufriente ejército y de apuro emprendió su regreso a Francia. Al llegar a un río, el asustado general le preguntó a quien dirigía el bote si muchos desertores habían pasado ya por allí. El ruso le contestó: “No, usted es el primero”.
Al mantenerse firme en su misión de redimir a la humanidad pecadora, y aun cuando tenía otras opciones, Jesús comenzó una nueva costumbre. Bien podía haber escapado—después de todo, ya había pasado entre una multitud hostil antes (cuando su tiempo todavía no había llegado), pero Jesús no era un desertor. Su Padre le había confiado la tarea de salvar a la humanidad, y él la completó.
Para que otros también puedan conocer este mensaje de salvación, los cristianos somos llamados a mantenernos firmes en lo que creemos. Y eso es lo que haremos, para no convertirnos en desertores de la cruzada del Señor.
ORACIÓN: Señor Jesús, dame fuerza y poder para ser un miembro fiel de tu causa. Amén.
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