Más de la Vida - La semana del 22 de Octubre
Muriéndonos por un cambio en la congregación
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Hace un par de años pasé un mes en el Medio Oriente y tuve la oportunidad de visitar varias mezquitas. Yo no sé si usted alguna vez ha visitado una pero las mezquitas no fueron diseñadas conmigo en mente. No tengo ni la menor idea de lo que hacen o dicen durante el culto. ¿La razón? Las mezquitas están diseñadas para sus miembros. Las mezquitas están diseñadas para los musulmanes y no para las personas de afuera; como la mayoría de las iglesias cristianas.
La mayoría de las iglesias cristianas no están diseñadas con el de afuera en mente. Existe una cantidad de cosas que hacemos en la iglesia que nos olvidamos de la persona que por primera vez llegará a la iglesia. Se nos olvida que el de afuera es muy diferente al de adentro. Piense en el lenguaje y las frases que utilizamos en nuestras iglesias. ¡Parece que todo está en chino y no en castellano! Pregúntele a alguien de afuera que si ya "ha sido lavado por la sangre del cordero" y éste no tendrá ni la mínima idea de lo que está hablando o quizás piense que eso se sirve en algún restaurante, peor aún, a lo mejor hasta ganas le dan de vomitarse.
Y luego están las canciones que entonamos. Yo crecí cantando, "Señor llévame a tus atrios, al lugar santo, al altar de bronce, Señor tu rostro quiero ver. Pásame la muchedumbre, por donde el sacerdote canta, tengo hambre y sed de justicia". Le apuesto a que una persona de afuera no tiene la más mínima idea de lo que quieren decir esas estrofas.
Tendemos a olvidarnos de lo extraño que es nuestra cultura de iglesia para los de afuera y como resultado cuando el de afuera llega por primera vez a nuestra iglesia se topa con todas estas barreras y perdemos la única oportunidad de que él o ella quizás tendrá para conectar con Dios.
Si vamos a llevar acabo la Gran Comisión de Jesucristo, va a requerir que nos salgamos de nuestra zona de comodidad y nuestra burbuja cristiana y empecemos a relacionarnos con el de afuera y hacer que la iglesia sea más atractiva para ellos. De lo contrario la iglesia continuará siendo un club social.
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