Ama a tu familia - Primeros15 - 19 de Julio
Tema de la Semana: Ama a la Gente
Amar a los demás es uno de los mandatos más importantes y difíciles que Jesús nos dio. Somos un pueblo desordenado, quebrantado, necesitado y pecador. Tratamos constantemente con nuestras propias heridas y con las de los demás. Debido a que no hay una persona perfecta, el fundamento para amar a los demás no debe estar en el mérito o en el valor de las personas. El fundamento del amor debe venir del Dios que es el amor. Como creyentes, debemos estar constantemente conectados con el amor y la gracia de nuestro Padre celestial para que podamos amar a los demás de manera desinteresada y poderosa. Que esta semana recibas el amor de tu Padre y que tengas el poder de amar a los demás mientras buscamos obedecer cada vez mejor el mandato de Jesús de amar a la gente.
Ama a tu familia
Pasaje Bíblico:“Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios”. Éxodo 20:12
Devocional:
Uno de los ejemplos más directos del reino de Dios en la tierra es la unidad familiar. Dios anhela usar el amor entre los miembros de la familia para contarle al mundo su amor como el Creador y Padre de todos. Como creyentes, debemos elegir continuamente amar, perdonar, ayudar y buscar relaciones sólidas con aquellos que Dios ha puesto en nuestra familia.
Tú no eres un miembro de tu familia por error. El Salmo 139:13 dice: “Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre”. Dios te formó perfectamente para tu familia. Él tenía planes para ti y tu familia antes de la creación de los cielos y la tierra, y él ha colocado a tu familia en la tierra intencionalmente y con un propósito. Él tiene planes increíbles para una familia que busque amarse y caminar en sus propósitos eternos.
Tu Padre celestial conoce las locuras de tu familia. Él conoce sus debilidades, pruebas y tentaciones. Pero también anhela empoderarte con gracia para amarla. Él anhela usarte para que tu familia pueda volver a él, experimentando así las maravillas de las relaciones familiares llenas de Dios.
La Biblia está llena de mandamientos acerca de la unidad familiar. Éxodo 20:12 dice: “Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios”. Efesios 5:22 dice: “Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor”. Y más adelante en Efesios 5:25 dice: “Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella”. Proverbios 17:6 dice: “La corona del anciano son sus nietos; el orgullo de los hijos son sus padres”. 1 Timoteo 5:8 dice: “El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo”. Y Levítico 25:35 dice: “Si alguno de tus compatriotas se empobrece y no tiene cómo sostenerse, ayúdale como lo harías con el extranjero o con el residente transitorio; así podrá seguir viviendo entre ustedes”.
Los mandamientos de la Biblia no son sugerencias que dependen de cómo tu familia te ha tratado en el pasado. Son órdenes amorosas de tu Señor que tiene el mejor plan que puedes esperar. Dios sabe que hay heridas en tu familia. Él sabe que amarlos puede ser difícil, especialmente cuando tu amor no es correspondido. Pero él te está llamando a un estilo de vida de amor lleno de gracia por aquellos que te ha dado específicamente. Él te proporcionará todo el coraje, la fuerza, el poder y la gracia que necesites. Él anhela ayudarte a amar a tu familia en la restauración. Ten paciencia con ellos. Ora constantemente por ellos y ámalos como tu Señor Jesús te ha amado: apasionadamente, fielmente y con gracia.
Guía de Oración:
1. Medita en el mandato de Dios de amar a tu familia. Permite que la Biblia influya en la manera en que ves la importancia de amar a tu familia.
“Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios”. Éxodo 20:12
“Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor. Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y Salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo. Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus esposos en todo. Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable. Así mismo el esposo debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo, pues nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida, así como Cristo hace con la iglesia”. Efesios 5:22-29
“Si alguno de tus compatriotas se empobrece y no tiene cómo sostenerse, ayúdale como lo harías con el extranjero o con el residente transitorio; así podrá seguir viviendo entre ustedes. No le exigirás interés cuando le prestes dinero o víveres, sino que temerás a tu Dios; así tu compatriota podrá seguir viviendo entre ustedes. Tampoco le prestarás dinero con intereses ni le impondrás recargo a los víveres que le fíes. Yo soy el Señor su Dios, que los saqué de Egipto para darles la tierra de Canaán y para ser su Dios”. Levítico 25:35-38
2. Ora por tu familia. Ora por cada miembro de la familia específicamente, y pídele a Dios que los bendiga. Al orar por ellos, permite que el Señor te llene de gracia y amor. Permite que Dios te permita conocer lo que él siente por ellos.
“Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos”. Efesios 6:18
3. Pídele a Dios que te ayude hoy a amar bien a tu familia. Pídele que te dé una manera creativa de amarlos. Busca el perdón en tu propio corazón y en el marco de tu familia. Dios te ayudará a hacer lo que has sentido que es imposible. Él te llenará con la fuerza para amar bien a tu familia.
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:13
Mientras vas creciendo en tu búsqueda de amar bien a tu familia, mira a Jesús como tu modelo. Él amaba perfectamente a todos los que lo rodeaban. A veces decía la verdad en amor, otras veces descansaba con aquellos que simplemente necesitaban estar cerca de él y otras veces se ocupaba de sus necesidades físicas. El Espíritu Santo te dará sabiduría acerca de cómo amar exactamente a tu familia si abres tu corazón y se lo pides. Que tu familia sea bendecida hoy por el amor de Dios que trabaja a través de ti.
Lectura Complementaria: 1 Corintios 13
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