Vive en armonía - Primeros15 - 17 de Marzo
Tema de la Semana: Las Marcas de un Verdadero Cristiano
Esta semana echaremos un vistazo a siete principios que se encuentran en Romanos 12 que describen las marcas de un verdadero cristiano. La intención de estudiar este pasaje no es condenarte o llevarte a la comparación. Por el contrario, solo deja que la enseñanza de Pablo te llene de un profundo y transformador anhelo de seguir con entusiasmo la vida que Dios quiere para ti. Pídele a Dios que te ayude a verte a ti mismo como él te ve, a ver la gracia que él ha puesto sobre tu vida por la sangre de Jesús, para que puedas caminar más plenamente en el poder y la unción del Espíritu. Abre tu corazón a Dios y déjalo hacer una gran obra en ti. Él está cerca, listo para formarte y moldearte para que seas un discípulo lleno de su increíble amor y motivado por él. Que esta semana puedas descubrir la gracia y la perspectiva de Dios al examinar tu vida a la luz de este poderoso pasaje de la Biblia.
Vive en armonía
Pasaje Bíblico: “Vivan en armonía los unos con los otros”. Romanos 12:16
Devocional:
La armonía en la música es ese acontecimiento hermoso y fugaz para el que la mayoría de los cantantes y músicos trabajan toda su vida, queriendo experimentarlo continuamente. Requiere diligencia, paciencia, humildad y unidad entre las personas que persiguen el mismo objetivo de hacer una música hermosa. Y cuando se logra la armonía musical, impacta no solo a los que cantan o tocan, sino a todos los que escuchan también. Vivir en armonía unos con otros en la vida cotidiana no es muy diferente de la armonía musical. Para la mayoría de nosotros es un objetivo tan esquivo como fugaz. Pero como en el caso de la armonía musical, vale la pena luchar por ello. Como la armonía musical, produce alegría y vida en quienes la persiguen y afecta a quienes están alrededor. En todo el Nuevo Testamento, encontramos exhortaciones a vivir la vida en una comunidad unida y armoniosa. La biblia es clara acerca de que la unidad en el cuerpo es fundamental para la vida cristiana. Entonces, analicemos hoy más profundamente cómo podemos crecer en unidad y abrir nuestros corazones a la obra del Espíritu para llenarnos con el deseo y la capacidad de buscar armonía unos con otros. Romanos 12:16-20 dice:
“Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben. No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo pagaré’, dice el Señor. Antes bien, ‘Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta’”.
Pablo no solo nos ofrece la importante exhortación de vivir en armonía, sino que también nos proporciona formas prácticas para lograrla. Romanos 12 nos enseña que la armonía requiere humildad, gracia, la búsqueda de la paz, no luchar por nuestra propia justicia y bendecir a quienes nos lastiman. ¿Cómo serían nuestras comunidades, iglesias y familias si todos nos comprometiéramos con estas virtudes? ¿Cómo se verían tus relaciones si te esforzaras por obedecer estos mandamientos? Dios no nos pide a ti ni a mí que busquemos estas virtudes; él de alguna manera nos lo ordena. Es un mandato porque Dios sabe que buscar una experiencia de armonía unos con otros nos llevará a esa vida de abundancia, alegría, paz y propósito que fuimos creados para experimentar. Como ese buen Padre que es Dios, quiere que nosotros sus hijos experimentemos la paz que solo puede venir de vivir en armonía unos con otros.
La unidad y la armonía no solo proporcionan una vida mejor para todos los involucrados, sino que también glorifican a Jesús. Romanos 15:5-6 dice: “Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo corazón y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”. Cuando nos amamos de buena manera unos a otros y ofrecemos gracia y perdón, le demostramos al mundo el poder de Cristo para cambiar los corazones. Cuando vivimos juntos en armonía, adoramos con nuestras vidas como si se tratara de una voz hermosa y conjunta. El poder del evangelio reside en que Dios siempre nos amará aun en nuestro orgullo y en nuestras transgresiones, pero no tiene la intención de dejarnos allí. Dios obra en los corazones de su pueblo, tejiéndolos juntos en armonía como un hermoso tapiz de vidas transformadas. Tú y yo estamos escritos en las páginas de la hermosa narrativa de Dios. Tenemos un lugar importante en su historia eterna de la redención. Pasa tiempo en la presencia de Dios hoy, permitiéndole que te llene con el deseo y la capacidad de buscar la armonía con los demás. Persigue la unidad con las personas que Dios ha colocado en tu vida. Y experimenta la transformación en tus relaciones a medida que Dios obra a través de ti para producir unidad y alegría.
Guía de Oración:
1. Medita en el mandato de Dios de vivir en armonía con los demás.
“Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben. No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo pagaré’, dice el Señor. Antes bien, ‘Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta’”. Romanos 12:16-20
“A fin de que no haya división en el cuerpo, sino que sus miembros se preocupen por igual unos por otros. Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y, si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él. Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo”. 1 Corintios 12:25-27
2. Humíllate y pídele al Espíritu que te moldee y te forme para convertirte en una persona que vive las virtudes de Romanos 12.
“Llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento”. Filipenses 2:2
“En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes”. 1 Pedro 3:8
3. Ahora pídele al Espíritu que te muestre maneras específicas en que puedes buscar la armonía con los demás. ¿A quién podrías invitar a una comida para escuchar su historia? ¿A quién puedes bendecir que te haya lastimado en el pasado? ¿A quiénes de esos que el mundo considera menos importantes podrías arrimarte? ¿Cómo puedes honrar a esa persona con la que siempre pareces estar en desacuerdo?
“Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto”. Colosenses 3:14
Cuando elimines la carga de las apariencias, experimentarás una alegría y una paz que no se pueden encontrar en ningún otro estilo de vida que no sea la humildad. ¡Cuidarte de lo que la gente piensa es agotador! Ascender en tu trabajo, sociedad o relaciones nunca te llevará a una mayor satisfacción. Siempre habrá otro paso que dar, siempre existirá otra persona que superar. Elige perseguir la armonía, la unidad y el amor con quienes te rodean. Considéralos como más significativos que tú. Si vas a vivir en la búsqueda de glorificar a Dios en lugar de a ti mismo, obtendrás más satisfacción en esta vida que en las diez mil vidas vividas en el egoísmo podría brindarte.
Lectura Complementaria: 1 Corintios 12:12-31
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