Comienza tu día con lo mejor - Primeros15 - 8 de Enero
Tema de la Semana: ¿Por Qué Pasar un Tiempo a Solas con Dios?
¿Por qué debemos pasar un tiempo a solas con Dios? ¿Por qué es tan importante reunirnos con él? Hasta que no comprendamos el inmenso valor de encontrarnos con Dios, nunca nos involucraremos de forma regular y consistente en esta práctica fundamental y vital. Mientras vamos descubriendo su deseo de encontrarse con nosotros para que experimentemos las profundidades de su amor, oro para que tu vida esté marcada por una nueva gracia para encontrar al Dios vivo de manera consistente y poderosa.
Comienza tu día con lo mejor
Pasaje Bíblico: “Cuán grande es tu bondad, que atesoras para los que te temen”. Salmo 31:19
Adoración:
Canción: En tu presencia
Devocional:
Como cristianos, sabemos que se supone que debemos comenzar nuestro día con Dios. Si has sido un creyente por un período de tiempo prolongado, es probable que un pastor, maestro, mentor o amigo te haya animado a pasar un tiempo todas las mañanas en la presencia de Dios. Sin embargo, a muchos de nosotros nunca nos han dicho por qué Dios quiere que pasemos tiempo con él por la mañana. Nunca hemos descubierto todo lo que Dios desea hacer en los primeros momentos de nuestros días. Simplemente llevamos la carga de saber que debemos pasar tiempo a solas con Dios. La semana pasada en Primeros15 repasamos cómo pasar tiempo con Dios en la práctica. Esta semana vamos a hablar sobre el porqué. ¿Por qué deberías pasar un tiempo con Dios todas las mañanas?
Dios anhela que tu día comience con lo mejor, y lo mejor es su presencia. Si encontrar la presencia de Dios es la mejor parte de tu día, entonces ya sabes el impacto que ha tenido en ti. Me alegra que estés usando la herramienta de Primeros15 como una forma de encontrarlo, y eres increíblemente bienvenido aquí. Sin embargo, apostaría a que la mayoría de nosotros aún no hemos descubierto por completo cuán increíble es pasar tiempo con Dios. Echa un vistazo a tu vida. ¿Con qué frecuencia pasas tiempo con él? Esta no es un boletín de calificaciones donde las personas que pasan tiempo con Dios en forma más constante obtienen una estrella de oro. Sé sincero contigo mismo. Esto es para tu beneficio. Tómate un momento y evalúa realmente con qué frecuencia pasas un tiempo a solas con Dios.
Ya ves, solamente haremos en forma consistente aquello que queremos hacer, especialmente en nuestro tiempo libre. Es posible que tengamos que ir a trabajar, o quizás podamos sentirnos obligados por personas o por cosas que debemos hacer. Pero en nuestro tiempo libre nuestros deseos siempre prevalecerán sobre nuestras obligaciones. Durante muchos años traté de pasar un tiempo con Dios por obligación. Como resultado, casi nunca lo hice. No fue hasta que encontré el increíble amor y la paz inherentes a la presencia de Dios que comencé a desear realmente pasar tiempo con él. Cuando sentí la satisfacción que solo su presencia puede dar, comencé a anhelar el tiempo con él debido a la necesidad de satisfacer mis deseos de amor, propósito y relación. Descubrí que el tiempo que pasaba con Dios era la mejor parte de mi día.
El Salmo 16:11 dice: “Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha”. Y el Salmo 84:1-2 dice: “¡Cuán hermosas son tus moradas, Señor Todopoderoso! Anhelo con el alma los atrios del Señor; casi agonizo por estar en ellos. Con el corazón, con todo el cuerpo, canto alegre al Dios de la vida”. Puedo dar fe de que recibir en forma consistente una revelación del amor de Dios ha sido la parte más transformadora de mi vida. Los días que no empiezo con lo mejor, estar en su presencia, son mis peores días, por lejos. Su presencia me enciende con pasión, amor, propósito y un sentido de pertenencia que nada más puede dar.
Donde sea que te encuentres en relación a Dios hoy, ¿quieres conocerlo más? ¿Quieres una revelación más profunda de su bondad y amor? Tómate un tiempo para abrir tu corazón a Dios y permitirle satisfacer tu eterna necesidad de comunión con el Padre. Permítele llenarte con su presencia para que puedas experimentar la realidad de su amor. Y permite que un encuentro verdadero y transformador con el Dios viviente te llene de un mayor deseo de encontrar a Dios regularmente en los primeros momentos de cada día.
Que el tiempo que pases hoy encontrándote con Dios con la ayuda de la guía de oración, pueda ser “lleno de alegría”. (Salmo 16:11).
Guía de Oración:
1. Tómate un tiempo para recibir la presencia de Dios. Medita en la verdad de la Biblia y permite que Dios revele la realidad de su cercanía.
“Cuán grande es tu bondad, que atesoras para los que te temen”. Salmo 31:19
“Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha”. Salmo 16:11
“¡Cuán hermosas son tus moradas, Señor Todopoderoso! Anhelo con el alma los atrios del Señor; casi agonizo por estar en ellos. Con el corazón, con todo el cuerpo, canto alegre al Dios de la vida”. Salmo 84:1-2
2. Evalúa tu propio corazón. ¿Cuán regularmente pasas tiempo con Dios? ¿Sientes que pasar tiempo con él es de alguna manera una obligación más que un deseo? ¡Se honesto con Dios! Él anhela derramar su gracia ilimitada sobre cualquier cosa que te esté impidiendo experimentar la plenitud de su amor.
3. Pídele a Dios que te revele su deseo de reunirse contigo. Pregúntale qué siente por ti. Pídele que te revele los deseos de tu corazón que él anhela satisfacer al pasar tiempo a solas con él. Anota en un diario cualquier cosa que él te muestre.
Antes de irte a la cama esta noche, tómate un minuto para entrar en la presencia de Dios. Que su bondad sea lo último en lo que pienses antes de dormirte y tu primer pensamiento cuando te despiertes en la mañana. A lo largo del día, si te sientes deprimido, desmotivado o cansado, tómate un minuto para reflexionar sobre la bondad de Dios. Él desea pasar tiempo contigo a lo largo del día, llenándote de alegría, pasión y propósito para traer su reino a la tierra en todo lo que haces. Que tu día se llene con la plenitud de Dios hoy.
Lectura Complementaria: Salmo 84
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