La mañana siguiente
Así mismo, cuando se cumplió el tiempo en que, según la ley de Moisés, ellos debían purificarse, José y María llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor. Así cumplieron con lo que en la ley del Señor está escrit ‘Todo varón primogénito será consagrado al Señor'. También ofrecieron un sacrificio conforme a lo que la ley del Señor dice: ‘un par de tórtolas o dos pichones de paloma'. Lucas 2:22-24
De vuelta al trabajo. Aún cuando no tenga que ir a una oficina o negocio o fábrica, hoy es el día en que la vida vuelve a la rutina de siempre.
Durante la época de Navidad todo parece tener un brillo especial. Hay decoraciones por todos lados, y un sentimiento general de felicidad flotando en el aire. Pero nada dura para siempre. Los estudiantes recuerdan que tienen tareas o exámenes pendientes, los padres recuerdan que, después de haber comprado tantos regalos, van a venir las cuentas para pagar, y los abuelos recuerdan que sus hijos y nietos deben volver a sus hogares, dejándolos nuevamente solos.
María y José también tuvieron un abrupto recordatorio de que no todo eran visiones de ángeles y visitas de pastores. El octavo día después del nacimiento de Jesús, lo tuvieron que llevar para que fuera circuncidado. La sangre y el dolor de su circuncisión sería un recordatorio para ellos de que él formaba parte del pueblo del pacto, el pueblo de la promesa.
Y después de 40 días, fueron al Templo a ofrecer los sacrificios que lo redimirían, lo comprarían de nuevo, como el primogénito. Ese día mataron dos palomas. Eran hermosas, puras, e inocentes; pero, al dar sus vidas por la vida de Jesús, les recordaron muy claramente lo que el ángel había dich "Darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mateo 1:21).
Jesús sería ese sacrificio por nosotros.
ORACIÓN: Señor Jesús, lléname de alegría por saber que cada día tú me renuevas. Amén.
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