Aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Efesios 5:16
La Navidad nos da oportunidades para que hagamos cosas por otros que quizá de otra forma no haríamos, por lo que debemos aprovechar cada una de estas ocasiones. Mientras estemos en la tierra, Dios siempre tiene trabajo para nosotros. Cuando ya no tenga más para que hagamos, nos llevará a casa.
El predicador del siglo diecisiete Thomas Fuller dij «Los hijos de Dios son inmortales mientras su Padre tenga algo para que hagan en la tierra». El misionero David Livingstone lo expresó de manera similar: «Los hombres son inmortales hasta que terminan de hacer su obra».
El predicador inglés Charles Spurgeon señaló: «Ocurra lo que ocurra alrededor de nosotros, no tenemos por qué alarmarnos. Somos inmortales hasta que hayamos terminado con nuestro trabajo. En medio de las infecciones o enfermedades contagiosas, si se nos llama a acudir, podemos estar sentados allí como si el aire fuera un bálsamo. No debemos preservar nuestra vida a costa de nuestro deber. Es mejor morir en el servicio que vivir en ociosidad, mejor glorificar a Dios y partir que pudrirnos aquí sobre la tierra sin hacer lo que él quiere que hagamos. A Dios le pertenece el asunto de la muerte. Por eso, podemos ir sin temor al peligro donde nuestro deber nos llame».
Hay un niño, una vagabunda, un prisionero, un soldado a los que Dios quiere que usted llegue en esta Navidad. Aproveche cada momento oportuno.
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