A su imagen
Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.Génesis 1:27
¿Qué opinión tiene usted de sí mismo? Según dicen los ‘expertos’ la opinión que tenemos de nosotros mismos es muy importante, pues determina la forma en que vivimos nuestras vidas.
No hace mucho se publicó que la camiseta más vendida en Japón lleva impreso el mensaje: “somos número uno”.
Por su parte en los Estados Unidos, la más vendida dice: “orgulloso de no ser el mejor”.
Como pueden ver, las dos son actitudes totalmente opuestas, y las dos conllevan un riesgo.
Quienes piensan que son ‘número uno’, están expuestos a un rudo despertar. Nosotros fuimos creados para alabar al Señor, por lo que él (y no nosotros) es el ‘número uno’.
Por otro lado, quienes están orgullosos de no ser los mejores, también serán sorprendidos. Jesús vino a este mundo para sacrificarse por nosotros, para que podamos ser perdonados, transformados y salvados.
El punto es este: Dios nos creó a su imagen... y Él quiere que volvamos a esa imagen.
Esa es la razón por la que Jesús vino a este mundo, vivió, murió y resucitó. Jesús hizo todo lo que era necesario para que podamos, una vez más, ser parte de la familia de Dios.
El suyo fue un sacrificio de amor que transforma en santos a los pecadores arrepentidos, y que cambia la forma en que pensamos y sentimos acerca de nosotros mismos.
ORACIÓN: Padre celestial, gracias por habernos creado a tu imagen, y más gracias aún por haber restaurado en nosotros esa imagen perdida, a través del sacrificio de tu Hijo. Ayúdame a vivir como uno de tus hijos, para que mis acciones sirvan para glorificarte. En el nombre de Jesús. Amén.
De una devoción escrita originalmente para “By the Way”
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