Las dificultades de la vida
Aprendan de la higuera esta lección: tan pronto como se ponen tiernas sus ramas y brotan sus hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Mateo 24:32
Este fin de semana fue un tiempo divertido para que la familia disfrutara de un toque artificial de verano en un viaje al jardín botánico.
Cada vez que podemos tratamos de hacer este tipo de paseos, pues aparte de estar juntos como familia, también aprendemos.
Por ejemplo, yo aprendí que, debido al sol, la lluvia y la temperatura elevada, los árboles de la selva tropical crecen muy rápido, lo cual es bueno. Pero a su vez, dado que su madera es muy blanda, esos mismos árboles mueren fácilmente destrozados por insectos y enfermedades.
En contraste, los árboles del norte, azorados por el viento, las tormentas, el hielo y la nieve, crecen lentos, pero las dificultades del clima los hacen fuertes.
Digo que el paseo al jardín botánico fue educacional, porque rápidamente terminé aplicando a la gente lo que aprendí acerca de los árboles.
Parece que los que tienen dificultades en la vida y no escapan de los problemas y el dolor, crecen fuertes. Quizá no les guste el ambiente en el que crecieron, o las condiciones en las cuales viven, pero el Señor utiliza todo eso para convertirlos en personas sólidas y moldeables para sus propósitos.
En contraste, los que no han tenido dificultades muy fácilmente caen en el desánimo cuando inesperadamente les llega algo desagradable.
Esto es algo que los cristianos debemos recordar, especialmente si nuestras vidas no están “creciendo” bien: Dios puede estar usando las adversidades para moldearnos en personas de gran valor.
ORACIÓN: Padre celestial, haz lo que sea necesario para que yo crezca como un siervo sólido y fiel del Salvador, quien se sacrificó a sí mismo para que yo viviera. En el nombre de Jesús. Amén.
De una devoción escrita originalmente para “By the Way”
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