Tratemos a los demás
Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas. Mateo 7:12
Los empleados de las empresas aéreas pueden llegar a ser muy impersonales en su trato con los pasajeros.
Una excepción –y por ello lo felicito– ha sido un piloto de la empresa norteamericana Southwest Airlines, quien decidió retrasar la salida de su avión de la puerta de embarque para darle tiempo a llegar a un abuelo que se dirigía a despedirse de su nieto, a quien lo iban a desconectar del respirador artificial.
Las largas filas tanto para hacer el check-in como para pasar por seguridad lo habían demorado tanto, que era casi seguro que el abuelo no iba a llegar a tiempo. Sin embargo, cuando llegó a su puerta de embarque, se encontró con que el piloto y el agente de la aerolínea lo estaban esperando. Al verlo llegar, le dijeron que habían retrasado el avión para esperarlo, y que lamentaban mucho lo del nieto.
Más tarde, el piloto le dijo al abuelo: “El avión no puede ir a ningún lado sin mí, y yo no iba a ir a ningún lado sin usted. Ahora descanse, que yo me encargo del resto. Y, una vez más, lo siento.”
No sé si este piloto es cristiano, pero sí sé que entiende el significado de la regla de oro.
En el transcurso de los años la mayoría de nosotros nos hemos cruzado con personas, generalmente cristianos, que hacen más de lo estrictamente necesario. Queriendo reflejar el amor que ellas han recibido del Señor Jesús, esas personas muestran cariño y compasión en casi todo lo que hacen.
Lamentablemente, a diferencia del caso del piloto de Southwest, sus historias no son noticia. Y no es que ellas se comporten así porque quieran recibir el aplauso de los demás. No. la mayoría de ellas piensa que no están haciendo nada especial… aunque lo están.
Es por ello que, si usted conoce a alguien así –y estoy seguro que sí– le animo a que, en el nombre del Salvador, le de las gracias.
ORACIÓN: Señor Jesús, te doy gracias por tu obra y tu sacrificio. Pero también te doy gracias por todas las personas especiales que, habiendo sido transformadas por ti, reflejan tu amor a los demás. En tu nombre. Amén.
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