Déselo al Señor
Aúna la distancia me lees el pensamiento. Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares. No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor, ya la sabes toda. Salmo 139:2-4
El 15 de Abril del 2009, Adán Wilson colocó un mensaje de Twitter (un mensaje en la computadora) que decía: “DELETREANDO CON MI CEREBRO”.
Esto fue un momento histórico.
Wilson, un estudiante de doctorado en ingeniería biomédica, ha diseñado una manera de poner mensajes usando impulsos eléctricos generados por el pensamiento de una persona.
¿Todavía no está impresionado? Déjeme decirle lo que esta demostración pronto significará… Esto significa que aquéllas personas cuyos cerebros funcionan normalmente, pero no pueden hablar o moverse debido a una lesión o enfermedad, muy pronto podrán comunicarse.
Esto significa que hay personas con un buen cerebro encerrado en un cuerpo malo que podrán “hablar” de nuevo.
Esto significa que hay familias que pronto podrán saber lo que un ser querido, que no se puede comunicar, está pensando. Para todos ellos esto es una noticia maravillosa.
Casi tan maravilloso como tener un Dios que nos conoce y nos entiende. Es por eso que el Salmista dice: “Señor, Tú conoces mis pensamientos, aún a la distancia me lees el pensamiento. Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares.”
Luego David continúa: “No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor, ya la sabes toda.” Sin Twitter, sin cables, sin computadora, sin pantallas. El Señor que nos ha creado nos conoce por dentro y por fuera. De hecho, él nos conoce mejor que nosotros mismos.
A pesar de ese conocimiento, el Señor, en su amor, envió a Jesús a este mundo para ganar nuestra salvación. A través de una vida de sacrificio y a través de días y noches de soledad, Jesús hizo lo que fue necesario para perdonarnos y salvarnos, abriendo así las líneas de comunicación entre la tierra y el cielo.
Ahora, gracias a Cristo, nuestro mediador, podemos “dárselo al Señor en oración”. ¿Vives débil y cargado de cuidados y temor? A Jesús, refugio eterno, dile todo en oración. ¿Te desprecian tus amigos? Dilo a Cristo en oración; en sus brazos gozo tierno hallará tu corazón.
ORACIÓN: Querido Señor, por conocernos, amarnos y escucharnos, te damos gracias en Jesús. Amén.
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