Febrero 26
Leer Marcos 12:41-44
NO ES SUFICIENTE
Una viuda pobre llegó y echó dos moneditas de muy poco valor… [Jesús dijo] “porque todos han echado de lo que les sobra, pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, ¡todo su sustento!” (Marcos 12:42, 44)
Dos moneditas que, juntas, valían un centavo. No era mucho para una ofrenda, ¿verdad? Humanamente hablando, una tontería: alguna institución de caridad va a tener que mantener a esa viuda y el costo sin dudas va a ser mucho más que un centavo. El balance entre la ofrenda y el mantenimiento va a dar pérdida. ¿Por qué, entonces, habría de ofrendar?
No es suficiente, pero es todo lo que tiene.
Y Jesús la honra y elogia: “De su pobreza echó todo lo que tenía, ¡todo su sustento!” Ahora depende totalmente de Dios para que le provea todo lo que necesita, tanto en cuerpo como en alma.
Y ciertamente Dios le provee: porque, aunque ella no lo sabe, el mismo Dios hecho carne está a su lado.
Dios ha ido a Jerusalén por la misma razón que ella: para ofrendar todo lo que tiene, para darse a sí mismo por la salvación del mundo. En pocos días, Jesús estará colgando de una cruz cargando la culpa de cada cosa mala que cada uno de nosotros hemos hecho y habremos de hacer. Allí va a dar su vida y luego va a resucitar, dando todo lo que tiene como ofrenda por nosotros. Gracias a él somos perdonados, limpiados y restaurados a Dios y a la vida.
Lo que Jesús ofrece es suficiente: suficiente para la viuda pobre y suficiente también para nosotros, por más necesitados y quebrados que estemos. Jesús nunca nos va a abandonar ni defraudar. A él pertenecemos. La ofrenda de su sacrifico es suficiente.
Oración: Señor, confiamos en ti ahora y por la eternidad. Ayúdanos en nuestras necesidades y mantennos siempre a tu lado. Amén.
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