Tema de la Semana: Ama a Dios
La vida cristiana está marcada por la sencillez. Jesús resumió nuestro propósito con dos declaraciones: ama a Dios y ama a la gente. Pero en nuestra humanidad hemos hecho complejo lo que Dios diseñó para ser pacífico, lleno de propósito y sencillo. A. W. Tozer comenta en La búsqueda de Dios: “Cada época tiene sus propias características. En este momento estamos en una época de complejidad religiosa. La sencillez que está en Cristo rara vez se encuentra entre nosotros. En su lugar, hay programas, métodos, organizaciones y un mundo de actividades frenéticas que ocupan tiempo y atención pero que nunca pueden satisfacer el anhelo del corazón. La superficialidad de nuestra experiencia interior, el vacío de nuestra adoración y la imitación servil del mundo que marca nuestros métodos de promoción, testifican que hoy solo conocemos a Dios de manera imperfecta, y a su paz casi ni la conocemos. Aún si en medio de todos los aspectos religiosos externos fuéramos capaces de encontrar a Dios, recién allí podríamos transitar el camino de la sencillez”. Que esta semana podamos descubrir la paz y la alegría que se obtienen al buscar un cristianismo sencillo.
La sencillez de la gracia
Pasaje Bíblico: “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia que él me concedió no fue infructuosa. Al contrario, he trabajado con más tesón que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios que está conmigo”. 1 Corintios 15:10
Devocional:
La gracia es un producto glorioso del cielo que solo se puede recibir y experimentar entregándonos a la voluntad y al amor de nuestro Padre celestial. Nuestro mundo es incapaz de ofrecer la gracia porque está en un estado constante de necesidad, y la gracia solo puede ofrecerse desde un lugar de verdadera abundancia y amor. Nuestro Dios puede ofrecernos gracia porque no necesita ni requiere nada de nosotros a cambio, por lo que nos ofrece todo sin importar cualquier habilidad o valor inherente que poseamos o no.
La gracia constituye el núcleo de la base cristiana. Es la gracia de Dios la que lo llevó a enviar a su Hijo como paga por nuestros pecados. Es a través de la gracia que entramos en la plenitud de la relación restaurada con nuestro buen Padre, y es también a través de ella que recibimos el perdón por nuestros pecados. Es en la sencillez de la gracia que nos transformamos en la imagen misma de nuestro Salvador.
Continuamente me sorprendo a mí mismo perdiendo todo lo que la gracia de Dios me ofrece. Me encierro en un estilo de vida de obras en donde trato de ganar lo que Dios ya me ha dado. Me esfuerzo por el amor de mi Padre celestial y de otros, compitiendo por el afecto en lugar de recibir el amor incesante de Dios por mí. Trabajo por la santidad y la justicia en lugar de simplemente alinearme con la nueva naturaleza de la libertad que Dios me ha ofrecido en gracia.
1 Corintios 15:10 dice: “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia que él me concedió no fue infructuosa”. ¿Puedes decir hoy que eres lo que eres por la gracia de Dios? ¿Está tu vida marcada y basada en el suministro ilimitado de la gracia de Dios? ¿Tus emociones, perspectivas, búsquedas y relaciones se basan en la idea de que Dios te ama simplemente porque te ama? ¿Has encontrado total seguridad y descanso en el abrazo amoroso de un Dios que anhela llenarte, sostenerte, bendecirte, proveerte y amarte simplemente porque ese es su deseo?
Permite que Dios te llene hoy con una nueva revelación de su gracia. Acude ante él con un corazón abierto y permite que la verdad de su amor incesante y lleno de gracia te bañe. Permítele que eche fuera cualquier temor, esfuerzo o carga que te impida vivir la vida abundante disponible para ti. Pasa un tiempo en la oración guiada siendo transformado por la sencillez de la gracia.
Guía de Oración:
1. Medita en los principios de la gracia. ¿Cómo funciona? ¿De dónde viene? ¿Cómo puedes experimentarla? Permite que la palabra de Dios establezca un fundamento de gracia por el cual vivir.
“Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia que él me concedió no fue infructuosa. Al contrario, he trabajado con más tesón que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios que está conmigo”. 1 Corintios 15:10
“Yo, por mi parte, mediante la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. No desecho la gracia de Dios. Si la justicia se obtuviera mediante la ley, Cristo habría muerto en vano”. Gálatas 2:19-21
2. ¿De qué manera estás viviendo una vida basada en obras? ¿En qué áreas necesitas una nueva visión para vivir por gracia?
3. Pídele al Espíritu Santo que te brinde una nueva visión de la profundidad de la gracia de Dios en todas y cada una de las circunstancias que enfrentas. Pídele que te llene con una revelación fresca de la profundidad de su amor por ti, independientemente de lo que hagas. Permítele que te guíe a un estilo en el que vivas por gracia en cada búsqueda, relación, pensamiento y perspectiva.
Vivir en respuesta al amor de Dios en lugar de trabajar para ganar ese amor, lo cambia todo. Lograrlo elimina las presiones de este mundo que se basan en el éxito personal en cada área de la vida. Nos libera de vivir con alegría y satisfacción en lugar de estar incompletos y en un estado constante de necesidad. Que hoy puedas hacer tiempo a lo largo de tu día para recibir una nueva revelación de la gracia. Que descubras por gracia la vida que Jesús quiso darte al morir por ti. Que descubras lo maravilloso que es ser amado por un Dios que no requiere nada de ti para dártelo todo.
Lectura Complementaria: Efesios 2
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