Tema de la Semana: Encontrando a Dios
Tener encuentros constantes y transformadores con Dios mientras estamos en esta tierra es fundamental para la vida cristiana. Nuestro Dios no nos ha dejado abandonados. A través del sacrificio de Jesús hemos sido llenos con el mismo Espíritu de Dios que anhela revelarnos diariamente la cercanía y el amor de nuestro Padre celestial. Nunca estamos solos. No hay donde podamos huir de la presencia de nuestro Dios. Que esta semana esté llena de encuentros transformadores con el Dios vivo mientras aprendemos qué es buscar el rostro de quien nos ha formado, nos conoce y nos ama incondicionalmente.
Encontrando a Dios a través de otros
Pasaje Bíblico:“Además les digo que, si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Mateo 18:19-20
Devocional:
Una de las formas más impactantes en que Dios se revela es a través de los demás. Jesús nos enseñó en Mateo 18:19-20: “Además les digo que, si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. A través de otras personas podemos aprender aspectos de Dios que simplemente no podríamos aprender solos. En relación con los otros aprendemos, de maneras nuevas y poderosas, lo que Dios desea en relación a la unidad, la gracia, la humildad y el amor. En la comunión nos encontramos con personas con diversos dones, perspectivas y experiencias pasadas diferentes a las nuestras; allí también descubrimos que Dios desea usar a los demás para construirnos, sanarnos y pulirnos. Santiago 5:13-16 dice:
“¿Está afligido alguno entre ustedes? Que ore. ¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas. ¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y, si ha pecado, su pecado se le perdonará. Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz”.
Dios anhela que te entregues completamente a la comunidad que te rodea. Él desea usarte para curar y edificar a otros y anhela que abraces la humildad y recibas ayuda y agudeza de los que te rodean.
Efesios 4:16 dice: “Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro”. Invertir en la comunidad te da la oportunidad de ser usado por Dios para ser construido en amor con un grupo de creyentes. Te coloca en posición de recibir ayuda de otros creyentes que están siguiendo a Jesús y te prepara para buscar la libertad y la vida en áreas donde no podrías haber obtenido la victoria sin la ayuda de otros.
Busca una comunidad genuina, no porque los demás creyentes sean perfectos, sino porque tú, como un hijo imperfecto de Dios, necesitas la ayuda de los demás hijos imperfectos para encontrar la plenitud de la vida abundante que Dios desea para ti. Ten gracia para los demás. Ama cuando no eres amado. Ayuda cuando nadie lo hace. Construye el cuerpo que Jesús ama para que el mundo pueda conocer mejor al Dios amoroso y accesible al que servimos.
Guía de Oración:
1. Medita sobre la importancia de invertir en otros creyentes y de que otros inviertan en ti.
“Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro”. Efesios 4:16
“Además les digo que, si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Mateo 18:19-20
2. Pídele al Espíritu Santo que te muestre en quién deberías invertir hoy y a quién quiere usar para invertir en ti. Pídele a Dios que te ayude a humillarte para que puedas amar y mostrar gracia más allá de las fallas de los demás.
3.Tómate un tiempo y anima a un creyente. Pídele a Dios que te muestre lo que desea para esa persona y envíale palabras de aliento. Pídele a Dios un pasaje bíblico que hable sobre esa persona. Que puedas acostumbrarte a construir a otros en amor.
Creo que el Señor tiene algunas personas para cada uno de nosotros con las cuales estamos llamados a ser totalmente abiertos. A menudo, la sanación de nuestro pecado viene a través de la confesión y el arrepentimiento ante Dios y ante los demás creyentes. Cuando nuestro pecado es verdaderamente llevado a la luz frente a otros cristianos, podemos verlo mejor, obtener ayuda y dar cuentas. Que Eclesiastés 4:9-12 te anime hoy mientras buscas desarrollar una comunidad tan necesaria con otros creyentes:
“Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante! Si dos se acuestan juntos, entrarán en calor;
uno solo ¿cómo va a calentarse? Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!”.
Lectura Complementaria: Efesios 4
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