Tema de la Semana: Centrando Tu Vida en Torno a Tu Encuentro con Dios
Esta vida está marcada por una sola elección: ¿en quién o en qué centraremos nuestras vidas? Esta elección nos lleva a cada uno de nosotros por un camino de decisiones que determinan quiénes somos, qué sentimos, a quién o a qué valoramos, y lo que habremos logrado al final de nuestros días. Centrar nuestras vidas alrededor de nosotros mismos o de las cosas de este mundo solo conduce a la destrucción. Pero centrar nuestras vidas entorno a encontrarnos con Dios, llena cada momento con la abundancia gloriosa del amor, la provisión y la paz trascendente de Dios. Que esta semana tu vida esté marcada por la unión con tu Creador mientras exploramos lo que significa centrar nuestras vidas en torno a nuestro encuentro con Dios.
Jesús es el centro
Pasaje Bíblico: “Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”. Isaías 9:6
Devocional:
Toda la eternidad se centra en la vida, la muerte y la resurrección de Jesús. Él es el Hijo del Dios vivo que es lo más importante, que cambia la eternidad y que redime a la humanidad. Colosenses 1:15 nos dice: “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación”. Hebreos 1:3 dice: “El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas”. Y en el momento de su regreso, Apocalipsis 19:16 dice: “En su manto y sobre el muslo lleva escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores”.
Centrar nuestras vidas en torno a encontrarnos con Dios es construir nuestra base en el centro inquebrantable de toda la eternidad. Construir nuestras vidas alrededor de los encuentros con Jesús es colocar el ancla de nuestra esperanza en el Rey de reyes y Señor de señores. Solo Jesús es fiel a su palabra. Solo Jesús cumplirá lo que nos ha prometido.
1 Juan 2:17 dice: “El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. La voluntad de Dios es que centremos nuestras vidas alrededor de su presencia amorosa. El mayor mandamiento de Dios es que simplemente lo amemos con todo lo que hacemos. Vivir de manera diferente al mundo que te rodea al centrar tu vida en torno al encuentro con Jesús, es trazar un nuevo camino que te lleva a la plenitud de la vida.
Al mundo puede parecerle tonto que coloques tu esperanza únicamente en la persona de Jesús, pero nada podría ser más importante. Puede parecer raro hacer a un lado las búsquedas de la sociedad, como la comodidad, el estatus y la aclamación, pero no se puede tomar una decisión más importante. Tú sirves a un Dios que fue, es y que vendrá. Perteneces a un rey que dio su vida para que realmente puedas vivir. No encontrarás mayor gozo, paz o propósito que servir solo a Jesús. No hay vida más grande que la que servive en plena devoción al Rey de toda la tierra.
Tómate un tiempo para volver a comprometerte plenamente con el Rey de reyes y Señor de señores. Aléjate de la perspectiva limitada y piensa en el divino y eterno reino de Dios. Permite que la verdad de la palabra y el amor de Dios te llene con la valentía de elegir la devoción a él más que a ti mismo y al mundo que te rodea. Que hoy tu día se llene con la presencia permanente del Rey Jesús.
Guía de Oración:
1. Medita en la Biblia acerca de la persona de Jesús. Recuerda que Jesús está vivo y está cerca. Él es el Dios viviente, y la Biblia dice que tu vida está envuelta en él.
“He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí”. Gálatas 2:20
“Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”. Isaías 9:6
“Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios”. Hebreos 12:2
2. ¿En qué áreas tu vida no está centrada en Jesús? ¿De qué manera estás viviendo para la tierra en lugar de vivir para la eternidad?
3. Pídele al Espíritu Santo que te ayude a centrar tu vida en torno a quien fue y quien es Jesús. Pídele que te llene con el conocimiento de su cercanía y amor por ti. Abre tu corazón y recibe la presencia de Jesús. Pídele que te muestre las formas en que puedes centrar tu vida en torno a él.
“Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios”. Colosenses 3:1
Se dice que Napoleón Bonaparte dijo: “Alejandro, César, Carlomagno y yo fundamos imperios; ¿pero sobre qué fundamento descansan las creaciones de nuestro genio? Sobre la fuerza. Jesucristo fundó un imperio sobre el amor, y en esta hora millones de hombres morirían por Él”. ¿Está tu vida tan envuelta en Jesús que lo amarías y lo servirías a cualquier costo? Si no es así, recuerda que hay gracia. Solo llegamos a un lugar de total devoción pasando tiempo consistentemente siendo amados por un Dios desinteresado y de corazón de siervo. Que hoy puedas descansar en la gracia de tu Padre celestial mientras buscas una vida centrada en tu amoroso Salvador.
Lectura Complementaria: Colosenses 3
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