Tema de la Semana: La Paz
Una de las características más poderosas de un creyente es la paz trascendente. Este mundo no nos ofrece ninguna razón para estar en paz, no nos da ninguna razón para estar sin estrés, cargas, preocupaciones y frustración total, pero servimos a un Dios que nos ofrece paz en medio de cualquier circunstancia. Servimos a un Dios en quien encontramos una fuente de paz verdadera. Que esta semana puedas descubrir el deseo de tu Padre celestial de brindarte paz.
Paz en toda circunstancia
Pasaje Bíblico: “Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes”. 2 Tesalonicenses 3:16
Devocional:
Los versículos que hablan de la paz que tenemos disponible para nosotros en todas las circunstancias son algunas de las verdades más alentadoras y poderosas de la Biblia. Dios anhela que seamos hijos marcados por la paz de nuestro Padre. Él anhela que tengamos paz en los buenos y malos momentos porque él siempre permanece bueno y fiel. Él desea que estemos tan enraizados en él que este mundo no pueda sacudirnos.
Tú y yo tenemos todos los motivos para vivir con el estrés y las preocupaciones del mundo, excepto uno: Dios habita en nosotros. 2 Tesalonicenses 3:16 dice: “Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes”. Servimos al Señor de la paz. El Espíritu Santo que mora dentro de nosotros es completamente pacífico, y Gálatas 5:22 nos dice que él dará el fruto de la paz en nuestras vidas si simplemente vivimos en continua comunión con él.
Las circunstancias comienzan a despojarnos de nuestra paz en el momento que elegimos vivir como si Dios no estuviera dentro de nosotros. Las pruebas y las tribulaciones consumirán todo lo que tenemos si se lo permitimos. Ya ves, no debemos vivir con nuestros ojos físicos como nuestra única fuente de verdad. Dios nos ha concedido ojos espirituales y la capacidad de tener fe en su fidelidad y bondad, independientemente de nuestras circunstancias. Nos ha dado la capacidad de elegir vivir en unión con él como nuestro fundamento. No estamos solos, nunca estamos solos. El Dios que escribió la Biblia, que conoce toda la eternidad, que resucitó a Cristo de entre los muertos y que dio poder a los discípulos habita dentro de nosotros, siempre.
Solo vivirás en paz en esta vida en la medida en que vivas de la unión que tienes con Dios. En cada situación, Dios está contigo, listo y dispuesto a guiarte, empoderarte, sostenerte y llenarte de paz en respuesta a tu confianza. Juan 14:27 dice: “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden”. La paz es nuestra porción, y esta paz no se da como lo hace el mundo, basada en la naturaleza inconstante del hombre y la opinión siempre cambiante del mundo. La paz celestial encuentra su fuente únicamente en la naturaleza inmutable de nuestro Padre celestial bueno y amoroso.
Jesús nos ordena a ti y a mí: “No se angustien ni se acobarden”. (Juan 14:27). Debemos cautivar nuestras emociones y cimentarlas en la naturaleza inquebrantable de Dios. Debemos permitir una conexión directa de nuestros corazones con el Espíritu Santo que mora dentro de nosotros permitiéndole hablar, llenarnos y dirigir cada momento.
La paz de Dios trasciende todo lo que experimentaremos en esta tierra. Si ponemos nuestras vidas en las manos capaces de nuestro Padre celestial, podemos confiar en que sus planes perfectos y agradables se realizarán en nuestras vidas. Tómate hoy un tiempo para enraizar tu paz en la naturaleza inquebrantable de tu Padre celestial. Tómate un tiempo para apartar tus ojos del mundo como tu fuente de paz y establecerlos a cambio en la unión con Dios. Que el Espíritu Santo te revele su cercanía de maneras grandiosas y poderosas al abrir tu corazón y recibir su presencia amorosa.
Guía de Oración:
1. Medita en la paz que tienes disponible para ti en todas las circunstancias.
“La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden”. Juan 14:27
“Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes”. 2 Tesalonicenses 3:16
2. ¿De qué manera buscas tu paz en el mundo? ¿Quién o qué rige tus emociones y tu paz?
3. Pídele al Espíritu Santo que te revele su cercanía. Pídele que te ayude a descubrir la unión que ya tienes con él. Quita tus ojos de las cosas del mundo y establece tu paz solo en Dios.
“¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?”. 1 Corintios 3:16
“El Espíritu de Dios me ha creado; me infunde vida el hálito del Todopoderoso”. Job 33:4
“Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo”. Romanos 15:13
Aprender a recibir nuestra paz solo de Dios es un proceso. Cuando hemos vivido con el mundo como nuestra fuente emocional, lleva tiempo basarnos en Dios, pero es un proceso que vale la pena hacer. Dios tiene una paz inquebrantable para ti todos los días, independientemente de las circunstancias a las que te enfrentes. Él tiene amor, alegría y constancia a tu disposición en cada prueba y tribulación. Mira a Dios como tu fuente y descubre la vida abundante que hay disponible para ti solo en él.
Lectura Complementaria: Juan 14
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