Tema de la Semana: Dios Anhela Ser Encontrado
Una de las verdades más escandalosas del evangelio es que nuestro Creador anhela ser encontrado por su creación. Dios desea reunirse con nosotros, su mayor deseo es relacionarse con nosotros. No puedo entender por qué Dios en toda su santidad y bondad está disponible, pero es la poderosa verdad de la Biblia. Dios nos busca a cada uno con su amor implacable, buscando a aquellos que puedan responder a su invitación abriéndole la puerta de sus corazones. Mi oración es que, en respuesta al deseo de Dios de reunirse con su pueblo, seamos de los que dicen “sí” a centrar sus vidas en torno a su presencia cercana. Que tu semana esté marcada por la realidad de la presencia y el amor de Dios.
Dios anhela compartir su voluntad
Pasaje Bíblico:“El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan”. Isaías 58:11
Devocional:
Una de las verdades de la Biblia que más paz nos brinda es que Dios anhela compartir su voluntad con su pueblo. Nuestro Dios no es un Dios que nos deja a la deriva. Él ni siquiera nos deja con la Biblia y nos dice: “Buena suerte, espero que puedas resolverlo”. Él habita en nosotros, anhelando hablar en nuestras vidas y guiarnos hacia sus planes perfectos y agradables.
Jeremías 29:11-14 es un pasaje frecuentemente citado en los círculos cristianos, pero ruego que la poderosa promesa contenida en sus palabras te sea revelada hoy de una manera fresca y transformadora. La Biblia dice:
“‘Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes’ —afirma el Señor—, ‘planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. Me dejaré encontrar’ —afirma el Señor—, ‘y los haré volver del cautiverio. Yo los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares donde los haya dispersado, y los haré volver al lugar del cual los deporté’, afirma el Señor”.
Podemos poner nuestra esperanza en la voluntad revelada de nuestro Padre celestial. Podemos confiar en que no somos ovejas sin pastor, sino que estamos en el rebaño de un Dios perfecto y amoroso que vino a dar su vida por nosotros. A través del Espíritu Santo, Dios es perfectamente capaz de guiarnos hacia sus planes de "bienestar y no de calamidad". Detrás de su guía siempre hay una vida más abundante y llena de su presencia. Detrás de su dirección siempre hay más de él y más de quienes somos en él.
Proverbios 3:5-6 dice: “Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas”. Dios anhela enderezar nuestros caminos, pero para seguir su guía debemos evaluar dónde está puesta nuestra confianza y a quién reconocemos con nuestras vidas. Nunca seguiremos a aquello en lo que no confiemos plenamente. Si vamos a ser guiados por el Espíritu, debemos confiar en que todo lo que él nos dice que hagamos es absolutamente lo mejor para nosotros.
La confianza nace del fruto de la relación, de un conocimiento experiencial de la confiabilidad de Dios. Si nunca le has dado a Dios la oportunidad de demostrarte que es confiable en tu vida, hoy es el día. Nosotros, como pueblo de Dios, debemos depositar nuestra esperanza solo en él si queremos experimentar toda la riqueza de la vida que sus promesas tienen para ofrecer. Debemos confiar en él si queremos recibir un conocimiento completo de su voluntad.
Tómate un tiempo para meditar sobre la confiabilidad de tu Dios. Medita en su deseo de compartir contigo su voluntad. Tómate un tiempo para depositar tu confianza solo en él y para comprometerte a seguir su dirección. Que tu día esté marcado por todos los frutos de los planes perfectos y agradables de Dios para tu vida.
Guía de Oración:
1. Medita en la confiabilidad de Dios y en el deseo de compartir su voluntad contigo.
“El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan”. Isaías 58:11
“‘Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes’ —afirma el Señor—, ‘planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. Me dejaré encontrar’ —afirma el Señor—, ‘y los haré volver del cautiverio. Yo los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares donde los haya dispersado, y los haré volver al lugar del cual los deporté’, afirma el Señor”. Jeremías 29:11-14
2. ¿En qué áreas te cuesta mucho confiar en Dios? ¿En qué aspectos tu vida no está marcada por sus planes perfectos y agradables?
“El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor”. Proverbios 16:9
3. Pídele a Dios que te revele su voluntad en esas áreas. Alinea tu corazón con sus deseos para que puedas experimentar el fruto de seguir verdaderamente su voluntad. Pon tu confianza solo en Dios en cada área de tu vida.
“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas”. Proverbios 3:5-6
“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”. Romanos 12:2
A menudo los planes perfectos y agradables de Dios no se ajustan a los deseos del mundo, pero tenemos que depositar nuestra confianza en él y descansar en que sus caminos son mejores que los nuestros. Sus deseos para nosotros son mejores que cualquier cosa que podamos imaginar. Él tiene en mente la eternidad mientras nos guía a través de nuestras circunstancias y deseos de hoy. Confía en que al alinear tu corazón con él y depositar tu esperanza solo en él, su guía satisfará perfectamente los deseos profundos de tu corazón.
Lectura Complementaria: Isaías 58
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