Tema de la Semana: Luz
Vivimos en la realidad de que hay luz y oscuridad a nuestro alrededor en todo momento. Este mundo tiene tanto el bien como el mal, lo bueno y lo malo. Como creyentes debemos crecer tanto en nuestra aceptación de esta realidad como en nuestra búsqueda de la luz. Debemos permitir que Dios nos moldee y nos forme para ser personas liberadas de toda oscuridad, conocidas plenamente por Dios y transformadas en reflejos de su Hijo por su luz. Que esta semana el Señor abra nuestros ojos para ver la luz gloriosa que tenemos ante nosotros.
Luz y oscuridad
Pasaje Bíblico: “Porque la luz es lo que hace que todo sea visible. Por eso se dice: ‘Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo’”. Efesios 5:14
Devocional:
En toda la Biblia Dios reitera una metáfora consistente y poderosa: luz y oscuridad. Las Escrituras representan a la oscuridad como lo que está sin Dios y la luz como lo que tiene a Dios en ella. Como "hijos de la luz", es vital para nosotros profundizar en este concepto de luz y oscuridad para que podamos experimentar la plenitud de todo lo que Dios nos ha brindado (1 Tesalonicenses 5:5). Debemos aceptar que tanto la luz como la oscuridad existen, que podemos involucrarnos con ambas, y aprender qué es elegir la luz a cada paso.
En Isaías 42:16 Dios dice: “Conduciré a los ciegos por caminos desconocidos, los guiaré por senderos inexplorados; ante ellos convertiré en luz las tinieblas, y allanaré los lugares escabrosos. Esto haré, y no los abandonaré”. Dios no nos ha dejado para vagar en la oscuridad. Él nunca nos deja o nos abandona (Deuteronomio 31:6). Los que estábamos ciegos a los caminos de Dios hemos abierto nuestros ojos a través del poderoso sacrificio de Jesús. Ahora tenemos una relación con el Espíritu Santo que busca guiarnos hacia la luz con cada pensamiento, emoción, acción y decisión.
Efesios 5:14 dice: “Porque la luz es lo que hace que todo sea visible. Por eso se dice: ‘Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo’”. Es hora de que tú y yo nos levantemos de cualquier parte de la oscuridad y vivamos en la luz brillante de Cristo Jesús. Es hora de que nos despertemos de nuestras vidas anteriores que fueron consumidas por el caos, las mentiras y el pecado, que salgamos de las sombras y encontremos la vida verdadera a la luz de la presencia, la voluntad y la palabra de Dios.
Dios tiene mucho más para ti que una vida que trabaja para escapar de la oscuridad. El poder del sacrificio de Jesús te ha escondido en él. Su luz es tu luz. Pero antes de que podamos experimentar esta plenitud de vida disponible para nosotros, debemos permitirle que nos abra los ojos. Debemos permitirle entrar en los lugares más oscuros de nuestro pasado, en nuestros pensamientos, sentimientos y perspectivas. Debemos permitir que su luz ilumine nuestros pecados más oscuros para que aquellos que nos causan más vergüenza puedan ser sanados y separados de nuestras vidas.
Así como la luz puede doler un poco al principio cuando nos hemos acostumbrado a la oscuridad, ver partes de nuestras vidas que hemos cerrado a Dios, a los demás, e incluso a nosotros mismos, puede ser doloroso. Pero, una vez que hayamos permitido que Dios ilumine nuestras vidas para que nos veamos como realmente somos, descubriremos una riqueza de gracia, amor y perdón como nunca antes habíamos conocido. Una vez que experimentemos el amor incondicional de un Dios que sabe todo lo que hemos hecho, pensado y sentido, nuestras vidas comenzarán a cambiar por su abrumadora bondad. La luz es poderosa en su habilidad para sanar, liberar y empoderar.
Tómate un tiempo en la oración guiada para abrir tu corazón a tu Padre celestial y reflexionar sobre este principio bíblico de luz y oscuridad. Permite que la Biblia te llene del deseo de buscar la luz de Dios en todas las cosas. Pídele al Espíritu Santo que ilumine los lugares en tu vida que anhela sanar y encuentra la gracia, el descanso y el perdón en la presencia amorosa de tu Padre celestial.
Guía de Oración:
1. Medita en esta metáfora bíblica de la luz y la oscuridad. Reflexiona sobre la verdad de la Biblia que dice que tu mente se renovará a la realidad de la elección que tienes ante ti para vivir en la luz.
“El pueblo que habitaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido”. Mateo 4:16
“Conduciré a los ciegos por caminos desconocidos, los guiaré por senderos inexplorados; ante ellos convertiré en luz las tinieblas, y allanaré los lugares escabrosos. Esto haré, y no los abandonaré”. Isaías 42:16
“Porque la luz es lo que hace que todo sea visible. Por eso se dice: ‘Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo’”. Efesios 5:14
2. ¿Qué áreas de tu vida aún no están completamente iluminadas, sanadas, liberadas y empoderadas por Dios? ¿Dónde necesitas la gracia, la verdad y la ayuda de Dios para elegir la luz sobre la oscuridad?
“Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz”. Efesios 5:8
“El espíritu humano es la lámpara del Señor, pues escudriña lo más recóndito del ser”. Proverbios 20:27
3. Pídele a Dios que te muestre cómo se siente con respecto a los lugares oscuros de tu vida. Pídele que te diga la verdad con respecto a las áreas en las que tienes necesidad. Pídele perdón por las formas en que has estado viviendo en la oscuridad.
“Pero, si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado”. 1 Juan 1:7
“Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable”. 1 Pedro 2:9
La plenitud de la vida solo está disponible en la luz. Todo lo que experimentamos en la oscuridad es una mera sombra de lo que tenemos disponible para nosotros con Dios. Cualquier placer que encontremos en la impureza, la mentira y el orgullo no es nada comparado con la inagotable satisfacción disponible en la luz de Dios. Confía en que Dios tiene absolutamente la mejor vida para ti si lo eliges. Confía en que solo en él se encuentra la plenitud de la alegría, la paz, el propósito y el placer. Que tu día se llene con la paz y la alegría que vienen de vivir en la luz de Dios.
Lectura Complementaria: Efesios 5
Haga clic aquí para visitar la página de Primeros15