Tema de la Semana: Experimentando a Dios
Conocer a Dios es experimentar a Dios. Al igual que experimentamos diferentes aspectos los unos de los otros a medida que crecemos en amistad, experimentamos las maravillas de Dios cuando buscamos simplemente conocerlo. Dios nos está llamando a una vida de buscarlo con todo lo que somos. Él nos llama a valorar la relación con él por encima de todo lo demás. Que esta semana encuentres aspectos maravillosos de la relación con tu Padre celestial a medida que buscamos de todo corazón conocerlo con todo lo que somos.
La experiencia de su paz
“Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes”. 2 Tesalonicenses 3:16
Devocional:
Uno de los aspectos más celestiales de experimentar a Dios es su abundante paz. La paz no es algo que este mundo nos pueda ofrecer. Este mundo funciona en el caos, el estrés, la confusión, el esfuerzo y las actividades frívolas sin satisfacción. Incluso en esta vida, Dios nos ofrece la paz del cielo, la paz que viene de tener nuestros corazones envueltos en una verdadera relación con él.
Filipenses 4:6-7 dice: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”. Dios intercambia nuestras preocupaciones terrenales y hace hincapié en su paz celestial y constante. Él es un Padre tan bueno para nosotros que toma aquello que preocupa nuestros corazones, promete cuidarnos hasta con la carga más pequeña y nos ofrece una paz incomprensible de su Espíritu.
Jesús dice en Juan 16:33: “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”. Cuando buscamos una relación con Jesús, buscamos una relación con Aquel que conquistó la muerte y destruyó todos y cada uno de los esquemas del enemigo contra nosotros. Conocerlo es conocer a un verdadero Conquistador. Y al conocerlo nuestras vidas se envuelven en la suya. Nuestros corazones preocupados y temerosos se envuelven en su corazón de paz.
Isaías 26:3 dice: “Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía”. Dios anhela que nos encontremos de tal manera con su fidelidad, que nuestras vidas estén marcadas por su paz. Anhela que confiemos tanto en él, que este mundo no nos pueda robar la paz que proviene de saber que nuestro Dios siempre se demostrará fiel. Todo lo que ha prometido hacer lo hará. Todo lo que ha dicho de sí mismo es verdad. La paz viene de mantener nuestra mente en el carácter perfecto de nuestro Padre celestial y de dejar que él sea el fundamento de todo lo que hacemos, pensamos y sentimos.
Dios tiene paz celestial para ti hoy. La paz que te ofrece no es de este mundo y, por lo tanto, te sostendrá a través de cualquiera de sus problemas (Juan 14:27). Ven ante tu amoroso Padre celestial y echa tus preocupaciones sobre él. Deja que tus peticiones sean conocidas ante él. Confía en su fidelidad y recibe la paz perfecta y constante de tu amoroso Padre.
Que tu día de hoy esté marcado por el fruto de una relación sincera con el Dios de paz.
Guía de Oración:
1. Medita en la paz que tienes disponible para ti en tu relación con Dios. Permite que la Biblia te ayude a no conformarte con el estrés, las cargas y las preocupaciones que no son tu parte en Jesús.
““La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden”. Juan 14:27
“Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”. Juan 16:33
“Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía”. Isaías 26:3
“Porque Dios no es un Dios de desorden, sino de paz”. 1 Corintios 14:33
2. ¿Qué te ha estado causando estrés? ¿Qué te ha estado robando la paz? ¿Qué pensamientos, personas, situaciones, miedos o ataques espirituales necesitas llevar ante tu amoroso Padre celestial?
3. “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes”. (1 Pedro 5:7).Tómate un tiempo para presentar ante Dios todo lo que te está molestando. Pon todas tus ansiedades a sus pies, elige confiar en que él se ocupará de ellas y que te ayudará a superarlas, y recibe su paz que supera toda comprensión.
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”. Filipenses 4:6-7
“Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes”. 2 Tesalonicenses 3:16
“En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas”. Gálatas 5:22-23
Romanos 8:6 dice: “La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz”. Tenemos la opción momento a momento de poner nuestra mente en las cosas de este mundo o sobre las cosas de Dios. Cuando decidimos poner nuestra mente en el Espíritu, nos estamos posicionando para ser personas marcadas por el fruto de su presencia en nuestras vidas. Cuando elegimos el mundo, solo nos estamos preparando para el fracaso, la ansiedad y los problemas. Elige hoy poner tu mente en el Señor en cada situación. Las cosas de este mundo son fugaces, pero nuestro Dios se extiende a lo largo de los confines más lejanos de la eternidad. Que su poder, fidelidad y cercanía te traigan paz hoy.
Lectura Complementaria: Filipenses 4
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