Tema de la Semana: Avivando Nuestro Amor
Esta semana pasaremos tiempo simplemente avivando nuestro amor por Dios. Dios nos ha diseñado para verlo, conocer su carácter y permitir que la verdad de su bondad nos lleve a una relación más profunda con él. Agustín escribió: “Tú nos has formado para ti mismo, y nuestros corazones están inquietos hasta que encuentran descanso en ti”. Cuando vemos quién es Dios, nuestros corazones se motivan naturalmente para encontrar descanso en su bondad. Que tu corazón se avive ante la revelación del maravilloso carácter de Dios.
Cena con tu Creador
Pasaje Bíblico: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”. Apocalipsis 3:20
Devocional:
Apocalipsis 3:20 revela una sorprendente visión de la relación que Dios desea tener con nosotros, la corona de su creación. En ella Jesús dice: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”. ¿Sabes que Dios quiere ser tu amigo? Así como un amigo te invitaría a una cena, Dios desea pasar tiempo contigo. Todos los días Dios está llamando a la puerta de tu corazón. Si estás dispuesto a abrirle tu corazón y a escucharlo, puedes pasar tiempo con Dios de una manera más ilimitada y placentera que con cualquier otro amigo.
¿En qué aspectos de tu vida hoy necesitas la amistad de Dios? Juan 15:15 dice: “Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes”. La historia del evangelio es que Dios perdió la relación con la corona de su creación — tú y yo— y por la muerte de Jesús obtuvo una relación restaurada con nosotros. Dios ha estado trabajando incansablemente desde el primer pecado solo para poder llamarnos a ti y a mí “amigos” nuevamente. ¡Lo que deseas de los amigos que te rodean está completamente disponible para ti en Dios y en mayor profundidad aún!
Si necesitas un amigo con quien hablar, Dios está a la puerta de tu corazón pidiéndote entrar y pidiéndote también que escuches: “Mira que estoy a la puerta y llamo”. Si necesitas consejo, el Espíritu Santo, autor de la Biblia, está esperando. para revelarte la sabiduría de Dios: “Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir”. (Juan 16:13). Si necesitas reírte, Dios anhela traerte un gozo insondable: “Cuando el Señor hizo volver a Sión a los cautivos, nos parecía estar soñando. Nuestra boca se llenó de risas; nuestra lengua, de canciones jubilosas. Hasta los otros pueblos decían: ‘El Señor ha hecho grandes cosas por ellos’. Sí, el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros, y eso nos llena de alegría”. (Salmo 126: 1-3).
Dios puede ser tu mejor amigo. Él no está distante. Lo que fue verdadero para el salmista en el Salmo 73:23-26 es cierto para nosotros: “Pero yo siempre estoy contigo, pues tú me sostienes de la mano derecha. Me guías con tu consejo, y más tarde me acogerás en gloria. ¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna”.
Pasa un tiempo en la presencia de Dios hoy. Escúchalo tocando la puerta de tu corazón e invítalo a entrar y a reunirse contigo. Deja que su amistad sane los lugares rotos de tu corazón que necesitan su amor. Hoy se ofrece a ti libremente Se ha esforzado mucho para poder simplemente pasar un tiempo contigo. Pon la mesa, deja tu corazón al descubierto, y deja que su sonrisa te devuelva el gozo de tu salvación.
Guía de Oración:
1. Pasa algún tiempo meditando en el deseo de Dios de tener una amistad contigo.
“Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes”. Juan 15:15
2. Abre tu corazón a Dios y recibe su presencia. Recibe la paz y la alegría que viene de estar en la presencia de tu Padre celestial.
“Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”. Apocalipsis 3:20
3. Pasa tiempo simplemente disfrutando de tu amistad con Dios. Habla con él sobre cualquier cosa que desees. Recibe su alegría.
“Pero yo siempre estoy contigo, pues tú me sostienes de la mano derecha. Me guías con tu consejo, y más tarde me acogerás en gloria. ¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna”. Salmo 73:23-26
Las amistades no se construyen en un día, sino a lo largo de la vida. Tienes toda la eternidad para seguir conociendo a Dios. Cuando pases tiempo con él en forma consistente, realmente se convertirá en tu mejor amigo. Él será la persona a la que corras cuando tengas un problema. Él será la fuente de tu alegría, paz y vida. Todos los días, tienes la opción de vivir la vida con Dios o por tu cuenta, y tienes un enemigo trabajando para llevarte a elegir este último camino. Cuanto más constantemente pases tiempo con Dios, más fácil será la decisión. Una vez que conoces la bondad y la realidad de Dios, ya no hay vuelta atrás. Disfruta hoy de Dios. Camina en la vida abundante de la relación restaurada con él. Responde a su llamada cada vez que toque la puerta de tu corazón. No hay mejor manera de pasar los días y no hay mejor amigo que Dios.
Lectura Complementaria: Juan 15
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