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Que tu amor sea sincero - Primeros15 - 12 de Marzo


Tema de la Semana: Las Marcas de un Verdadero Cristiano

Esta semana echaremos un vistazo a siete principios que se encuentran en Romanos 12 que describen las marcas de un verdadero cristiano. La intención de estudiar este pasaje no es condenarte o llevarte a la comparación. Por el contrario, solo deja que la enseñanza de Pablo te llene de un profundo y transformador anhelo de seguir con entusiasmo la vida que Dios quiere para ti. Pídele a Dios que te ayude a verte a ti mismo como él te ve, a ver la gracia que él ha puesto sobre tu vida por la sangre de Jesús, para que puedas caminar más plenamente en el poder y la unción del Espíritu. Abre tu corazón a Dios y déjalo hacer una gran obra en ti. Él está cerca, listo para formarte y moldearte para que seas un discípulo lleno de su increíble amor y motivado por él. Que esta semana puedas descubrir la gracia y la perspectiva de Dios al examinar tu vida a la luz de este poderoso pasaje de la Biblia.

Que tu amor sea sincero

Pasaje Bíblico: “El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien.  Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente”. Romanos 12:9-10

Devocional:

En Romanos 12 Pablo comienza su descripción de cómo es un verdadero discípulo de Cristo con una frase fundamental: “El amor debe ser sincero”. El amor sincero es una de las fuerzas más poderosas de toda la creación. El amor genuino condujo a Jesús a través de su vida, muerte y resurrección. El amor genuino hizo que el evangelio avanzara, llevando a la salvación de miles de millones. El mundo busca incansablemente el amor genuino. Y es el amor sincero el que hace que tú y yo seamos apartados para ser discípulos de Jesús. La Biblia dice en 1 Juan 4:7-11:

 “Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados. Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros”.

Pablo resume su hermosa descripción del amor en 1 Corintios 13:13 de esta manera: “Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor”. Y Jesús, cuando se le preguntó cuál es el mayor mandamiento, dijo: “‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente’ …  Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas”. (Mateo 22:37-40).

Fuiste creado para dar y recibir amor. El amor es tu llamado más importante. Dios te ha apartado para ministrar a otros, compartiendo el amor genuino que él te ha mostrado. Solo viviendo por amor encontrarás verdaderamente paz y propósito. Solo dando y recibiendo amor genuino te sentirás completo y satisfecho. La Biblia es clara sobre el plan de Dios para ti: Dios tiene la intención de derramar su amor sobre ti hasta que desborde, para que otros vean su gran amor a través de tu vida.

Entonces, ¿cómo puedes ser una persona que muestra amor sincero a quienes te rodean? ¿Cómo es una vida vivida por amor? Esta vida comienza pasando tiempo con Dios diariamente, encontrando el vasto océano de su amor por ti. En Juan 13:34, Jesús dice: “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros”. Los discípulos solo podían amarse unos a otros porque habían experimentado de primera mano el increíble amor de Jesús. No podrás amar genuinamente si no estás recibiendo el amor de Dios. Debes tomarte un tiempo todos los días simplemente para encontrar el amor de tu Padre celestial. Su amor está diseñado para sentar las bases de las buenas obras que tú haces. Él nunca te pide que des lo que no has recibido. Romanos 12: 9-10 nos instruye muy bien sobre cómo vivir una vida de amor genuino. Pablo escribe: “El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente”. Elige comprometerte con el bien y no con el mal. Llena tu vida con todo lo que es bueno. Muestra gracia y respeto a los demás porque eso es lo que tu Padre celestial ha hecho por ti. Vive intentando ser mejor que los demás en mostrar amor y honor.

Dios ha elegido revelar su amor al mundo a través de tu vida; se ha comprometido a usarte para atraer a otros a sí mismo. Él tiene un plan perfecto para formarte y moldearte para que seas una persona que naturalmente muestra un amor sincero a los demás por estar desbordado por su amor en tu propia vida. No tienes que colocar el peso de la salvación de los demás sobre tus hombros; solo encuentra el amor que Dios tiene hoy para ti. Deja que su forma de mirarte cambie la manera en que te ves a ti mismo y a los demás, y simplemente ama a los que te rodean con el amor que él te ha mostrado. Elige vivir una vida de amor genuino y descubre cuán ancho, largo, alto y profundo es el amor de Cristo por ti y por los que están a tu alrededor (Efesios 3:8-19).

Guía de Oración: 

1. Pasa un tiempo recibiendo el amor que Dios tiene por ti. Pídele que te haga percibir su cercanía. Deja que su presencia llene los lugares de tu corazón que necesitan un nuevo encuentro con él.

“Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser, para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios”. Efesios 3:16-19

2. Pídele a Dios que te dé una nueva revelación de cómo él te ve. Pídele que te moldee y te forme para ser la persona que él quiere que seas. Permite que su gracia y amor transformen tu corazón.

3. Ahora pídele al Espíritu que te ayude a mostrar amor genuino a los demás. ¿Qué persona a tu alrededor hoy necesita que la ames genuinamente? ¿Quién necesita que se le demuestre honor y respeto? Deja que el amor que has recibido te llene con el deseo y el poder de amar bien a los demás.

“Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros”. Juan 13:34

Lectura Complementaria: 1 Juan 4

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