Tema de la Semana: Renovación
Uno de los mejores aspectos de pasar tiempo a solas con Dios es que somos renovados diariamente por su palabra y su presencia. Cuando hacemos espacio para Dios en nuestras vidas, especialmente al comienzo del día, él es fiel para renovarnos y prepararnos para todo lo que enfrentaremos en el mundo. La Biblia dice: “El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!”. (Lamentaciones 3:22-23). ¿En qué áreas necesitas renovación? ¿Qué tanto necesitas las misericordias de Dios en tu vida? Él tiene un plan esta semana para enseñarte y guiarte hacia un encuentro con él que te renovará con su abrumadora bondad y amor. Haz espacio para Dios. Haz tiempo para encontrarte con él y experimenta la refrescante lluvia de primavera que él anhela traer para curar los lugares secos y cansados de tu corazón.
El plan de Dios para la renovación
Pasaje Bíblico: “Aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día”. 2 Corintios 4:16
Devocional:
Dios tiene un increíble plan de renovación para tu vida. Él conoce mejor que nadie las pruebas, las circunstancias y las personas que te desgastan. Y él sabe que necesitas tiempo para ser refrescado por él. A menudo buscamos descanso y renovación en las personas y en el entretenimiento. Nuestros amigos, la familia y distintas actividades pueden ser grandes fuentes de diversión y descanso, pero la única fuente verdadera de renovación con la que contamos, consiste en pasar tiempo con nuestro Padre celestial. Solo él sabe al detalle y en toda su extensión lo que realmente necesitas. Y solo él te lo puede dar. Entonces, antes de sumergirnos en el proceso en el que Dios renueve áreas específicas de nuestras vidas esta semana, permítele que simplemente te revele cómo descansar en su palabra y su presencia.
Primero, veamos lo que dice la Biblia acerca de nuestra necesidad de renovación. 2 Corintios 4:16 dice: “Aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día”. Debido a la naturaleza del pecado y a la separación de Dios, nosotros como seres humanos no viviremos en nuestros cuerpos carnales para siempre. Génesis 3:19 dice: “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres, y al polvo volverás”. Pero también tenemos la promesa de Jesús en Juan 11:26 de que “todo el que vive y cree en [él] no morirá jamás”. Vivimos en la tierra sabiendo que un día nuestros cuerpos terrenales pasarán, y al mismo tiempo seremos llevados de este mundo al siguiente. Pero el deseo de Dios es que mientras estés aquí en este cuerpo, seas renovado en tu espíritu todos los días. Aunque tu cuerpo se canse, él desea fortalecer tu espíritu con la esperanza de una vida eterna con un Dios que ama a todos y que se preocupa por ti. Puedes encontrarte con Dios todos los días. Se te ha dado la capacidad a través del Espíritu para descansar en la presencia de Dios y para conocer su cercanía y amor. Puedes tener la misma experiencia que Pablo al ser renovado “día tras día”. (2 Corintios 4:16).
Entonces, ¿cómo podemos experimentar la renovación prometida por Dios? ¿Cómo descansamos en su presencia y le permitimos revivirnos? Primero, comienza confiando en que Dios te revelará su amor cuando te encuentres con él. En la oración sacerdotal de Juan 17, Jesús le pide a Dios el Padre que nos ame con el mismo amor con el que lo ama a él (Juan 17:26). Cuando le pidas que te muestre su amor, él lo hará. Cuando hagas espacio para encontrarte con él, te llenará con su presencia. Confía en que Dios ama encontrarse contigo y renovarte.
Además, lo fundamental para experimentar la renovación es participar en la adoración. Tú y yo fuimos creados para adorar. Es nuestro principal objetivo y nuestro mayor éxito. Cuando te dedicas a la adoración diariamente, experimentarás un sentido renovado de propósito y dirección. Por último, dedica tiempo a leer la palabra de Dios, permitiéndole que te cambie y te guíe hacia la obediencia. Debes experimentar la renovación en áreas de tu vida que no están alineadas con la palabra de Dios. Debes pasar tiempo permitiéndote ser moldeado y transformado por lo que Dios dice que es lo mejor para ti. En gran parte, ser renovado por Dios es elegir creer su palabra por encima de la experiencia de lo que sentimos.
Deja que tu fe sea avivada hoy para encontrar a tu Padre celestial. Puedes desear seriamente encontrarte con él sin temor a no experimentar su renovación. Debes saber que cuando te despiertas cada mañana, Dios tiene un plan para el tiempo que pasas con él y tiene la capacidad de revelártelo a través del Espíritu Santo. Dios desea sinceramente renovarte esta semana. Él anhela sanar los espacios heridos y secos de tu vida. Pasa tiempo meditando hoy en la promesa de renovación de Dios, y permite que sus deseos te conmuevan para recibir todo lo que tu Padre celestial desea darte.
Guía de Oración:
1. Medita en la promesa de renovación de Dios.
“El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!”. Lamentaciones 3:22-23
“Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día. Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno”. 2 Corintios 4:16
2. Reflexiona sobre las áreas de tu vida que parecen secas o desgastadas. ¿En qué necesitas ser renovado hoy?
3. Descansa en la presencia de Dios y permite que su amor renueve esas áreas de tu vida. Pasa tiempo en su presencia. Pasa tiempo adorando. Pídele al Espíritu Santo que te revele el plan específico de Dios para la renovación en tu vida. Busca las partes de la Biblia que se apliquen a este tema y deja que te moldeen y renueven.
“Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”. 1 Juan 4:16
Que la oración de tu corazón de hoy sea como la de David en el Salmo 63:1-3: “Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta. Te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán”. Al igual que David, que miró al Señor en su santuario, tú también puedes verlo diariamente. Así como él vio el poder, la gloria y el amor de Dios, tú puedes experimentarlo. Que hoy puedas ser renovado al salir a tus actividades, y que la fuerza de Dios sea tu fuente al buscar vivir a la luz de su gloriosa cercanía.
Lectura Complementaria: 2 Corintios 4
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